Los láseres de hoy ofrecen la oportunidad de realizar tratamientos que son más rápidos, limpios y más aceptados por los pacientes. La preparación de cavidades con caries y fisuras con láser lleva a una superficie limpia sin lodo dentinario y a canalículos dentales abiertos llevando a una mayor adherencia sin necesidad de un grabado con ácido. Usando un solo instrumento y con 95% de los pacientes no requieren anestesia, los procedimientos se hacen más rápidos y fáciles.

 

Adicionalmente, tiempos más cortos en los procedimientos sin vibraciones ni ruidos molestos, lleva a una mayor comodidad del paciente. El láser en el diente elimina y ablaciona las caries preservando el tejido sano mientras va desensibilizando y esterilizando a su paso. Hasta las caries sub-gingivales pueden ser removidas sin sangrado y dado que la velocidad de ablación en caries es mayor que en dentinas saludables, los tejidos saludables son preservados. Luego de la limpieza solo queda realizar la colocación del material estético, con la lámpara de luz halógena habitual.